Fue una invasión de la isla de Granada por EE.UU. y otras naciones en respuesta al golpe de Estado del viceprimer ministro Bernard Coard. El 13 de marzo de 1979, un golpe de Estado, liderado por el líder del Movimiento New Jewel Maurice Bishop, derrotó al gobierno de Eric Gairy para establecer un gobierno marxista-leninista que rápidamente se alineó con la Unión Soviética y Cuba. Granada tras este golpe de Estado comenzó una militarización, de proporciones importantes para un país que había mantenido previamente un pequeño ejército. El gobierno también comenzó a construir un aeropuerto internacional con la ayuda de Cuba. El Presidente de EE.UU., Ronald Reagan, señaló a este aeropuerto y varios otros sitios como evidencia de la amenaza potencial de Granada hacia los Estados Unidos. El gobierno de EE.UU. acusó a Granada de construir instalaciones para ayudar a la militarización soviético-cubana en el Caribe, y de ayudar al transporte soviético y cubano de armas a los insurgentes centroamericanos. Sin embargo, el gobierno de Bishop afirmaba que el aeropuerto fue construido para albergar a los aviones comerciales que llevaban turistas. El 31 de octubre de 1983, una revuelta liderada por el viceprimer ministro Bernard Coard provocó que Bishop perdiera su poder. Mas tarde, las fuerzas de Coard ejecutaron a Bishop a pesar de las protestas que se habia originado. Mientras tanto, el Gobernador General de Granada, Paul Scoon, fue puesto bajo arresto domiciliario. La Organización de Estados del Caribe Oriental pidió ayuda a los Estados Unidos, Barbados y Jamaica. Este llamamiento formal era a instancias del gobierno de EE.UU., que había decidido tomar acciones militares contra el régimen de Coard. Los oficiales de EE.UU. citaron el golpe y la inestabilidad política general en un país cerca de sus propias fronteras. La invasión fue la primera gran operación realizada por el ejército de EE.UU. desde la Guerra de Vietnam. La lucha continuó durante varios días y el número total de tropas americanas alcanzó unas 7.000 junto con 300 tropas de la OECS. La fuerzas invasoras encontraron unos 1.500 soldados granadinos y unos 700 cubanos, la mayoría eran obreros de la construcción y algunos ingenieros militares. No hay evidencias que personal militar de otros países comunistas estuviera en Granada. Las fuerzas de EE.UU. sufrieron 19 víctimas mortales y 116 heridos. Granada sufrió 45 muertes militares y al menos 24 civiles, junto con 358 soldados heridos. Cuba tuvo 25 muertos en acción, con 59 heridos y 638 tomados prisioneros. Granada formaba parte de la Mancomunidad Británica de Naciones y tras la invasión pidió ayuda a otros miembros de la Mancomunidad. Reino Unido y Canadá, entre otros se opusieron a la invasión. La Primera Ministra Británica se opuso personalmente a la invasión estadounidense, y su Secretario de Exteriores, anunció a la Cámara de los Comunes el día antes de la invasión que no tenía ningún conocimiento de cualquier posible intervención de los EE.UU. El Presidente de los Estados Unidos, le aseguró que una invasión no se contemplaba, aunque mas tarde, éste le confesaba la invasion alegando que el desembarco ya se habia producido cuando la Primera Ministra Británica insistia en que se cancelara. Tras la victoria de EE.UU., el Gobernador General de Granada nombró un nuevo gobierno y, a mediados de diciembre, las fuerzas de EE.UU se retiraron. La invasión mostró problemas con el "aparato informativo" del gobierno de los EE.UU. También fueron de preocupación los problemas que la invasión mostró con el ejército. Hubo una falta de información sobre Granada, que agravó las dificultades afrontadas por la fuerza de invasión rápidamente reunido.
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